El Nuevo Año es sinónimo de nuevas resoluciones pero nuestro entusiasmo inicial puede disminuir pronto. Sin embargo, como en la historia de Zaqueo, el encuentro con Jesús genera un nuevo y verdadero comienzo que transforma nuestro ser y se manifiesta en actos de justicia.
La Paz está fluyendo como un río,
Fluyendo a través de ti y de mi,
Extendiéndose hasta el desierto,
Liberando a todos los cautivos.
EL AMOR está fluyendo ...
LA ALEGRÍA está fluyendo ...
LA FE está fluyendo ...
LA ESPERANZA está fluyendo ...
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