viernes, 28 de febrero de 2014

PROSTITUCIÓN EN ROSARIO: CÓMO ACTÚAN LOS PROXENETAS

La falsa entrevista laboral es el método más usual de cooptación.
Tras la desarticulación de una red de trata internacional en la ciudad, la concejala María Eugenia Schmuck dio precisiones sobre las estrategias de los tratantes para engañar a sus víctimas. Después del casting, el anzuelo más usado, empieza el infierno de traslados, amenazas y explotación sexual.

Soledad Massin

A partir de la desarticulación de una red de trata internacional que funcionaba en la ciudad, la concejala María Eugenia Schmuck brindó detalles sobre las estrategias de cooptación y retención que utilizan los tratantes. Señaló que la metodología más usual del proxenetismo para atrapar a sus víctimas es el engaño laboral e indicó que hace un tiempo Rosario ya dejó de ser lugar de tránsito para convertirse en sitio de cooptación y explotación. 

“Contrario a lo que se piensa, el método más utilizado no es el secuestro sino la falsa entrevista de trabajo o casting”, indicó la edila radical consultada por Rosario3.com

Schmuck explicó que el secuestro deja demasiadas huellas, por eso los tratantes apuntan a estrategias más sutiles. Así, abren convocatorias a través de Internet, los periódicos, o incluso por medio de reconocidas empresas de Recursos Humanos, para trabajos temporales de distinto tipo, desde desfiles y promociones hasta obras de teatro; pero siempre con un perfil de mujer preciso. 

Quienes responden a la solicitud –continuó– pasan a la etapa del “casting” o selección donde, o bien pueden ser directamente absorbidas por la red, o la estafa continúa.

Con el argumento que el trabajo para el que fueron contratadas –un desfile por ejemplo–, se realizará en otra ciudad, las mujeres dejan su hogar. Una vez allí la farsa termina y comienza el infierno.

“El traslado es una metodología típica de las redes. La garantía para que no puedan escapar es que estén en un lugar desconocido. Por eso los tratantes están en continuo movimiento”, precisó la concejala quien señaló que es justamente, en ese movimiento –que involucra también la venta, lisa y llana, de mujeres–, donde los proxenetas ganan. Es el reaseguro de no dejar rastros, pero también es la oportunidad para obtener mayores ganancias.

“En la venta sacan la tajada más grande”, apuntó Schmuck. 

Ya dentro de la red, las víctimas caen presas de una situación sin salida. “Por eso es tan importante la velocidad con la que tiene que actuar la Justicia”, llamó la atención. 

En esta segunda etapa, que es la de la explotación, las mujeres son retenidas contra su voluntad a fuerza de amenazas y más mentiras. 

“Les dicen que se pueden ir cuando quieran, una vez que paguen una deuda que, en realidad, nunca va a terminar de cerrarse. Que el pasaje salió tanto, que la comida y la ropa otro tanto. Es algo de nunca acabar”, dijo Schmuck a la vez que aseguró que el grado de organización de estos grupos supera incluso el del narcotráfico. 

“Tienen datos precisos de sus familiares y amigos y las amenazan con matarlos a todos”, añadió. 

Así, para la edila la única solución es superarlos con más coordinación. 

Del casting a la cama

Como otros hoteles, conocidos y no tanto, un apart hotel de Pellegrini y Corrientes fue el lugar elegido por Malvina Serrano y Luis González, jefes de una red internacional de trata que comenzó en Chile hace más de una década. 

“Nosotros recibimos varias denuncias de vecinos sobre situaciones sospechosas en el hotel y en otros departamentos de avenida Pellegrini donde se cree que funcionan privados –contó Schmuck– pero cuando los denunciamos formalmente, la respuesta institucional fue que allí sólo se hacían `castings´”. 

La excusa típica y perfecta para encubrir lo que en verdad sucedía. Luego de allanar tres departamentos del apart, la policía descubrió no sólo que el hotel de Pellegrini al 1300 servía de domicilio temporal a la pareja de proxenetas sino de oficina. Allí mismo, según la información publicada en el diario La Capital, habían montado un estudio fotográfico donde tomaban imágenes de las mujeres que utilizaban luego para “ofrecerlas” a través de Internet.

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