jueves, 29 de mayo de 2014

FRANCISCO A LA OIT: “EL TRABAJO ES UN DON Y NO UN DEBER”

Miércoles 28 May 2014 | 10:50 am

Ginebra (Naciones Unidas) (AICA): “El trabajo es un don y no un deber y no puede ser tratado como una mercancía porque posee su propia dignidad y valor”, afirmó el Santo Padre a través de una carta enviada hoy al presidente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), GuyRyder, con motivo de la 103º sesión de la Conferencia de ese organismo que tiene lugar en Ginebra del 28 de mayo al 12 de junio de 2014 y cuyo tema es “Construir un futuro con trabajo decente”. El Pontífice se refirió al drama de los migrantes y el desempleo que los expone a ulteriores peligros, como el horror de la trata de seres humanos, el trabajo forzoso y la reducción en esclavitud. “¡No se puede seguir así! La trata de seres humanos es un azote, un crimen contra toda la humanidad”, expresó Francisco.

“El trabajo es un don y no un deber y no puede ser tratado como una mercancía porque posee su propia dignidad y valor”, afirmó el Santo Padre a través de una carta enviada hoy al presidente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), GuyRyder, con motivo de la 103º sesión de la Conferencia de ese organismo que tiene lugar en Ginebra del 28 de mayo al 12 de junio de 2014 y cuyo tema es “Construir un futuro con trabajo decente”. 
Durante 15 días los trabajadores, empresarios y gobiernos de los 185 Estados Miembros de la OIT discutirán de migración, políticas para el empleo, estrategias contra la informalidad y fortalecimiento de la convención sobre el trabajo forzoso. 
“Esta Conferencia -escribe el Papa- se reúne en un momento crucial de la historia económica y social, que plantea retos a todo el mundo. El desempleo está expandiendo trágicamente las fronteras de la pobreza y este hecho puede ser particularmente descorazonador para los jóvenes que podrían fácilmente desmoralizarse, perder el sentido de su valor y sentirse ajenos a la sociedad”. 
Otro problema grave, relacionado con el precedente “es el de la migración de masas: ya el notable número de hombres y mujeres obligados a buscar trabajo fuera de su patria es fuente de preocupación. A pesar de su esperanza en un futuro mejor, con frecuencia encuentran incomprensión y exclusión, por no hablar de cuando su experiencia es la de tragedias y desastres. Habiendo afrontado tantos sacrificios, estos hombres y estas mujeres, no logran a menudo hallar un trabajo decente y se convierten en víctimas de una determinada “globalización de la indiferencia”. Su situación los expone a ulteriores peligros, como el horror de la trata de seres humanos, el trabajo forzoso y la reducción en esclavitud. 
Es inaceptable que en nuestro mundo, el trabajo hecho por los esclavos, sea moneda de uso corriente ¡No se puede seguir así! La trata de seres humanos es un azote, un crimen contra toda la humanidad. Llegó el momento de aunar las fuerzas y de trabajar juntos para liberar a las víctimas de ese tráfico y para desarraigar ese crimen que nos atañe a todos, desde las familias a toda la comunidad mundial”. 
Francisco afirma que es hora de reforzar “las formas de cooperación y de establecer nuevos caminos para incrementar la solidaridad. Para ello es necesario un compromiso renovado en favor de la dignidad de cada persona; mayor decisión para cumplir las normas internacionales del trabajo; la planificación de un desarrollo centrado en la persona como protagonista y beneficiaria principal; una evaluación nueva de las responsabilidades de las multinacionales en los países donde actúan, incluyendo los sectores de la gestión de los beneficios y de la inversión y un esfuerzo coordinado para impulsar a los gobiernos a facilitar los viajes de los emigrantes en beneficio de todos, eliminando de esa forma la trata de seres humanos y las condiciones peligrosas de transporte. La definición de los futuros objetivos de desarrollo sostenible facilitará la cooperación eficaz en estos sectores”. 
Además, Francisco exhortó a los Estados a "unir las fuerzas para trabajar juntos y liberar a las víctimas de los tráficos y para erradicar este crimen que afecta a todos", así como "reforzar las formas existentes de cooperación y establecer nuevas vías para aumentar la solidaridad". 
Para que esto suceda -agregó el Pontífice- "se requiere un renovado compromiso a favor de la dignidad de cada persona, una mayor determinación en la aplicación de los estándares internacionales sobre el trabajo, y la planificación de un desarrollo donde la persona sea central y principal beneficiario". 
El Santo Padre concluye recordando que la doctrina social de la Iglesia “apoya las iniciativas de la OIT centradas en la promoción de la persona y en la dignidad del trabajo” y alentando a sus miembros a “enfrentar los retos del mundo actual permaneciendo fieles a esos nobles objetivos”. “Invoco -termina- la bendición de Dios sobre todo lo que hacen para defender e incrementar la dignidad del trabajo para el bien común de la familia humana”.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Brasil teme que explotación sexual empeore durante el Mundial

Viernes 16 de Mayo de 2014, 10:30 am

Muchas prostitutas se han estado preparando con un curso de inglés
para recibir a los turistas durante la Copa del Mundo.
(Foto: planoinformativo.com)

Autoridades, ONG y empresas brasileñas han lanzado masivas campañas para que todo turista que llegue a Brasil conozca que la explotación sexual infanto-juvenil es un delito. El viajero verá propagandas en el avión, en el aeropuerto, estaciones y hoteles.


La explotación y el tráfico de menores cuenta con un historial lamentable en Brasil, y las autoridades de este país buscan ponerle freno a esta situación que podría empeorar durante el Mundial, que arrancará el próximo 12 de junio en Natal (noreste) y otras 11 ciudades brasileñas.
"Existe una preocupación en relación a la Copa del Mundo porque hay mucha gente que viene de fuera" en busca de turismo sexual, expresó Adriana de Morais, una funcionaria de los juzgados de menores, quien junto con su equipo tiene la misión de rescatar a niños y adolescentes atraídos a la prostitución. 
En el recorrido incansable por las calles y discotecas de la ciudad brasileña de Natal a las puertas de la Copa del Mundo, Morais conoció a Tainá, protagonista de uno de esos casos. 
Tainá entró en la prostitución a los 10 años en Natal. "Mi compañera y yo íbamos a Ponta Negra (un barrio turístico de Natal), esperábamos que los carros pararan, nos subíamos. Muchos eran extranjeros, pocos brasileños", comentó la joven. 
Con el tiempo, Tainá dejó la prostitución y ahora cuenta con orgullo que estudia hotelería gracias al programa gubernamental "Vira Vida" (Cambia de Vida). 
Brasil carece de datos sobre la explotación sexual infantil, pero apenas en 2013, el programa "Disque 100" del Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff recibió 124 mil denuncias de violaciones de derechos de menores, de los cuales un 26 por ciento eran violencia sexual.
El Gobierno de Rousseff ha emprendido en los últimos años una cruzada contra la violencia de género, la explotación sexual de menores y el tráfico para la prostitución.

Campañas masivas 

Al acercarse la Copa del Mundo, autoridades, ONG y empresas han lanzado masivas campañas.
"Un gran evento atrae factores que aumentan el riesgo para los menores. Tenemos un aumento de turistas y del consumo de alcohol, en un momento en que los niños no estarán en la escuela porque serán vacaciones escolares", explicó Tatiana Akabane, de la ONG Childhood, que intenta aplicar en Brasil las experiencias de los Mundiales de Alemania-2006 y Suráfrica-2010.
Brasil espera la llegada de 600 mil turistas extranjeros y el desplazamiento interno de tres millones de brasileños por las 12 ciudades sede del Mundial. Muchos son europeos, y la Unión Europea (UE) apoya esos programas de prevención, dijo la embajadora del bloque en Brasil, Ana Paula Zacarias.
"Todo turista que llegue a Brasil sabrá que la explotación sexual infanto-juvenil es un delito, lo verá en propagandas en el avión, en el aeropuerto, estaciones, hoteles", explicó por su parte el coordinador de protección a la Infancia del ministerio de Turismo, Adelino Neto.

lunes, 12 de mayo de 2014

La Iglesia recordó al padre Carlos Mugica a 40 años de su asesinato

Lunes 12 May 2014 | 09:59 am

Buenos Aires (AICA): Al cumplirse 40 años del asesinato del padre Carlos Mugica, la Iglesia lo recordó con un acto que presidió el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, en el predio de la parroquia Cristo Obrero, en la villa 31, de Retiro, y una misa en un gran espacio abierto en la villa, que fue seguida de un festival artístico. El purpurado bendijo placas recordatorias y afirmó que el homicidio del Padre Mugica fue un verdadero martirio. Luego hubo una procesión por las calles del asentamiento, que confluyó en un amplio lugar abierto, donde en un estrado levantado cerca de la curva de la autopista Illia, presidió una misa el vicario general de Buenos Aires, monseñor Joaquín Sucunza. La misa fue concelebrada por los obispos Jorge Lozano, de Gualeguaychú; Oscar Ojea, de San Isidro, Enrique Eguía Seguí, auxiliar de Buenos Aires, y Alejandro Giorgi, auxiliar de Buenos Aires, y varios sacerdotes, con mucha gente, a pesar de la lluvia y del clima destemplado.

Al cumplirse 40 años del asesinato del padre Carlos Mugica, la Iglesia lo recordó con un acto en la parroquia Cristo Obrero, en la villa 31, de Retiro (donde está enterrado, parroquia que continúa la capilla en la cual se desempeñó) y con una misa concelebrada en un lugar abierto de la villa, que fue seguida de un festival artístico. 
El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, bendijo varias placas recordatorias y evocó al sacerdote fallecido recordando la liturgia del domingo del Buen Pastor, que entrega la vida por su pueblo. Dijo que "nosotros sabemos que el martirio es un don. No se puede buscar un don, un regalo de Dios. Es un regalazo también para la Iglesia y para el pueblo de Dios. El homicidio del padre Mugica fue un verdadero martirio. Mártir de veras por la causa de los pobres". 
Luego hubo una marcha de muchas cuadras dentro de la villa 31, que confluyó en un amplio lugar abierto, donde en un estrado levantado cerca de la curva de la autopista Illia, presidió una misa el vicario general del arzobispado de Buenos Aires, monseñor Joaquín Sucunza. La misa fue concelebrada por los obispos Jorge Lozano, de Gualeguaychú; Oscar Ojea, de San Isidro, Enrique Eguía Seguí, auxiliar de Buenos Aires, y Alejandro Giorgi, auxiliar de Buenos Aires y varios sacerdotes, con mucha gente, a pesar de la lluvia y del clima destemplado. 

Bendijeron placas 

En primer lugar, hubo un acto de homenaje en el predio de la parroquia Cristo Obrero, donde se había levantado un estrado en el que había algunas placas dispuestas para ser bendecidas. Una de ellas era de Racing Club, equipo del cual Mugica era ferviente simpatizante, que decía “Al padre Carlos Mugica, quien continuará a través del tiempo siendo guía espiritual y modelo de compromiso social de nuestra institución”. Cerca había también un cartelón con su foto, el escudo de Racing y una leyenda similar. Y entre los sacerdotes que se aprestaban a participar de los actos estaba el padre Juan Gabriel Arias, párroco en Barracas, quien participa de la conducción de Racing y juega al fútbol aquí y en Mozambique, donde va a misionar y se establecerá a fin de año para ejercer su ministerio. 
Otra placa era de Carolina Stanley, ministra de Desarrollo Social de la Ciudad de Buenos Aires (aunque no especificaba esta condición) y otra placa, de mármol, era de la Cámara de Diputados de la Nación “a quien supo enseñar con su testimonio que quien no vive para servir no sirve para vivir”, con el nombre de su presidente, diputado Julián Domínguez. Había también otra placa, la más sencilla en su presentación material, de la Vicaría Episcopal para la Pastoral en Villas de Emergencia del Arzobispado de Buenos Aires, que decía: “A 40 años de su muerte, recordamos al padre Carlos Mugica por su entrega a la Iglesia y a los pobres”. 

El párroco actual 

Andaba por allí, mientras iba llegando gente, el párroco, padre Guillermo Torre. Conversando con algunos presentes señaló al padre Mugica como un gran sacerdote, un modelo a seguir, que decidió vivir con los pobres y desde allí acompañar su vida. Consideró que fue muy emotivo “el regreso de Carlos al barrio” al llevarse sus restos a esta parroquia, por indicación del entonces arzobispo Jorge Mario Bergoglio. “La gente estaba feliz”, dijo. Preguntado acerca de la posición del sacerdote sobre la violencia en los años 70, estimó que no hay que magnificar las cosas, que violencia hay y hubo siempre, y hay que verla en un sentido más amplio. Violencia es ir a buscar trabajo y no encontrarlo, ejemplificó. Pero señaló que el documento de los obispos señala que el amor es más fuerte, que el odio ha sido vencido por el amor. Y expresó: “Celebramos la vida de un cura que se jugó y dio la vida por sus hermanos”. 

El cardenal Poli llegó caminando solo 

El primer acto estaba previsto para las diez, pero se fue demorando. A las 10.10 llegó el cardenal Mario Poli, vestido de clergyman, caminando solo. Aparentemente nadie lo estaba esperando y fue caminando en medio de la gente, sin que casi nadie lo advirtiera al principio. Se acercó luego a la tumba y al templo, y varios lo saludaron. Entre otros, estaban los obispos Joaquín Sucunza, vicario general del arzobispado porteño; Enrique Eguía Seguí, auxiliar de Buenos Aires y secretario general de la Conferencia Episcopal; Jorge Lozano, de Gualeguaychú y presidente de la Comisión de Pastoral Social; Oscar Ojea, de San Isidro y presidente de Caritas, y Alejandro Giorgi, auxiliar de Buenos Aires. 
Había dos o tres puestos, donde se podía comprar algo para comer o artesanías en madera del Taller San José, y un gran cartelón referido al padre Carlos Mugica y los humildes, de la parroquia Cristo Salvador, de Monte Chingolo. A eso de las 10.20 llegaron una decena de muchachos con otras tantas banderas con el lema Descamisados. Corriente Peronista. Desde el estrado se pidió que se bajaran las banderas para que todos pudieran ver, y este grupo permaneció al costado. Había además algunos pocos jóvenes con camperas con alguna leyenda partidaria, como Nuevo Encuentro, Unidos y Organizados, o Proyecto Nacional (con una foto del vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto recibido por el papa Francisco), pero no era algo significativo dentro del conjunto. En todo caso, sí había algunas remeras más llamativas: eran las blancas o amarillas de algunos servidores que decían sólo “P. Carlos Mugica. 40 años de su martirio”. Y no faltaba alguna camiseta de fútbol o remera con leyenda comercial. También había tres o cuatro con uniformes scouts, con Jorge Castagna, dirigente scout de La Paternal. 

Los vecinos y la integración del barrio 

Los sacerdotes de las villas de emergencia eligieron como lema para recordar al padre Mugica una frase suya: “Nada ni nadie me impedirá servir a Jesucristo y a su Iglesia luchando junto a los pobres por su liberación”. 
El párroco agradeció a todos los vecinos que habían trabajado en la preparación del acto, poniendo el hombro todos más allá de las ideas, en unidad. Los sacerdotes y algunos presentes encendieron velas que fueron llevadas hasta la tumba del sacerdote recordado. A eso de las 10.35 se saludó la llegada del padre Lorenzo “Toto” de Vedia, con un grupo de la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé, de la villa 21, de Barracas, y a las 10.40 el párroco cedió la palabra al dirigente barrial Habla Tapia, para que diera un saludo en nombre de los vecinos del barrio. “Esperamos que esto sea muy lindo: el homenaje a Carlos Mugica a los 40 años ”, dijo. “Ojalá estemos dentro de 40 años y el barrio sea uno más entre los demás. Carlos Mugica nos invita a superar las diferencias y buscar lo que nos une”. Y pidió que siga acompañando y bendiciendo esta lucha para integrar al barrio en todos los barrios de la ciudad. 
Un momento antes, había llegado Julián Domínguez, presidente de la Cámara de Diputados, vestido con jean y una campera azul, quien permaneció entre la gente y luego iría caminando hasta el lugar de la Misa. Se vio, también en medio de los presentes, a Felipe Solá, Gabriel Mariotto y Juan Manuel Abal Medina, saludando a algunos, sin distinguirse demasiado. Estaba también Juan Carr, de la Red Solidaria. Y algunos parientes del sacerdote recordado. Arriba del estrado sólo estuvieron obispos y sacerdotes. Había en el estrado varias imágenes de la Virgen: de Luján, de Caacupé, de Guadalupe, del Rosario de San Nicolás, de Río Blanco… que luego fueron llevadas en procesión hasta el lugar de la misa, distante alrededor de un kilómetro. 

“El martirio es un don” 

A las 10.45, el arzobispo, cardenal Poli, comenzó unas palabras, confesando que no tenía la mejor voz y pidiendo a Dios poder transmitir su mensaje. Recordó los nombres con que había sido bautizado el padre Mugica “porque así Dios lo hizo su hijo: Carlos Francisco Sergio Mugica”. Señaló que era el Día del Buen Pastor, y leyó las bienaventuranzas, que se refieren a quienes son perseguidos por practicar la justicia, los que son insultados, que deben alegrarse y regocijarse porque tendrán una gran recompensa en el cielo. “Y también recordamos esta frase del Buen Pastor: “No hay mayor amor que dar la vida por los amigos”. ¡Que difícil que es dar la vida!” 
“Nosotros sabemos que el martirio es un don. No se puede buscar un don, un regalo de Dios. Es un regalazo también para la Iglesia y para el Pueblo de Dios”, dijo. Y afirmó: “El homicidio del Padre Mugica fue un verdadero martirio. Mártir de veras por la causa de los pobres. Así lo revelan los cuadritos que cuando entramos en las casas, en las villas, en los altarcitos, al lado de la Virgen de Luján, de San José, de San Expedito, siempre hay un cuadrito del Padre Mugica. Creo que es el mejor recuerdo, el recuerdo doméstico, los familiares, los que tienen en las casas. Ahí sí que se le reza, se lo quiere, se lo recuerda con cariño”. 
El cardenal dijo que lo conoció muy poco, que recordaba que iba a veces a jugar al fútbol al seminario, cuando Poli era seminarista. El cardenal se reconoció como “patadura” y dijo que monseñor Sucunza, que estaba a su lado, había jugado más con él. 
Poli dijo que conoció a amigos de él, como el padre Héctor Botán, que fue coordinador de los sacerdotes en villas de emergencia y hoy está retirado en el Hogar Sacerdotal. Y él le contó que “cuando estaba la sentencia en el aire, cuando las amenazas iban y venían”, sus familiares, preocupados, le sugirieron a Mugica: “Andate del país”. Y Botan decía que les respondió: “¿Dónde se ha visto que un pastor abandone a su pueblo?” Reflexionando sobre las villas, el cardenal dijo que él pensaba que tenían que urbanizarse, pero integrándose a los demás barrios. “Aquí se vive, se ama, se trabaja”, añadió. 

Semillero de vocaciones; no venganza, sino perdón 

El cardenal Poli recordó que el cardenal Bergoglio destinó a muchos curas para que acompañaran a quienes viven allí y deseó que sean realidades de unidad, de comunión, de vida. Manifestó que la siembra ha germinado en un semillero de vocaciones para el seminario. “El fruto de su martirio es el Seminario San Juan Bosco. Es un semillero de curas” (se refería a la casa sacerdotal San Juan Bosco, que funciona en la misma parroquia, y donde dan sus primeros pasos muchachos surgidos de las villas que han sentido el llamado de la vocación sacerdotal). 
Afirmó que el padre Carlos tenía una gran fe en Dios, amar a Dios sobre todas las cosas y amar a su pueblo. “El Padre Carlos –dijo- enseñó las oraciones, bautizó, celebró tantas misas, casó, acompañó a alguien morir… se entregó de poquito, y el Señor le regaló el don del martirio. 
Que el Señor nos conceda esta gracia y que sigamos su ejemplo. Padre Carlos, gracias por tu vida y por tu entrega”. 
“Finalmente –continuó-, yo me imagino al Padre Carlos en el cielo. Estos días vi un libro por ahí echando la culpa a alguien de su homicidio, vaya a saber. En algún momento se hará justicia. Pero supongamos que el Padre Carlos reciba a alguno de sus homicidas en el cielo: ¿qué le va a decir? ¡Él es cura! Le daría la mano. Lo que está pidiendo es que se convierta, que se arrepienta de lo que ha hecho. Eso es lo que pensamos los curas. Y en el corazón de él está eso. No queremos venganza de nadie. Queremos que se arrepienta y que se salve y que podamos compartir en el cielo. Y me imagino al Padre Carlos abrazándose (si alguno dejó de hacer sombra) con sus homicidas, seguro que se va a encontrar con él. 
El arzobispo concluyó diciendo: “Que el Señor conceda a todos este corazón de paz, de paz para todos. Especialmente para nuestras villas”. Un momento después, con la misma naturalidad con que había llegado, se había ido, sin que fuera notorio. Alguien comentó que tenía que celebrar misa en la Catedral un rato después. 
Pero antes de irse, bendijo las placas y bendijo a todos con una cruz que llevaba un pedacito de ropa con sangre del padre Mugica. Se rezó un Padre Nuestro y un Ave María. A su vez, monseñor Sucunza bendijo unas estampas con una oración del padre Mugica. 

Desgrabación del mensaje del Card. Mario Poli 

Recuerdos personales: fútbol, asado, homilías, muerte 

Luego, unos bailarines y músicos bolivianos, con trajes típicos, interpretaron bailes característicos. Otros músicos, con sombreros negros, tocaron trompetas. Cerca de ellos, Fernando “Pato” Galmarini, ex secretario de Deportes del gobierno de Carlos Menem y suegro del diputado Sergio Massa, bromeó glosando humorísticamente la referencia del cardenal Poli a cómo recibiría Mugica a quien lo mató. Señaló Galmarini, que lo conoció a Mugica, que éste le diría a su asesino que se hiciera hincha de Racing. A su vez, el ex diputado democristiano Angel Bruno dijo que no lo conoció a Mugica en la villa, sino que lo conocía de otros lados, también del fútbol. 
Junto a una nuera de la hermana del sacerdote y a otros parientes, estaba una mujer que conoció mucho a Mugica, desde los doce años, Emma Almirón. Contó que ella era de Corrientes y que vino a trabajar a Buenos Aires; cuidaba a una bebita, a una cuadra de la parroquia de Nuestra Señora del Socorro, en Juncal y Suipacha. Empezó a ir a Misa a las 7 de la mañana y la celebraba el padre Mugica. Le impresionó como relacionaba a Dios con los pobres. Y cómo hablaba de Dios: “Era como si escuchara a mi abuela, que no hablaba castellano”. Un día ella se fue a confesar. Y más adelante él la invitó a trabajar en la villa. Iban allí a ayudar chicos de colegios pagos. “Yo era la única laburante”, comentó. “Aprendíamos mucho con él. Nos reuníamos en la casa de sus padres, en la calle Arroyo (luego se mudaron a la calle Gelly y Obes). Se leía el Evangelio. Era absolutamente exigente con el compromiso. Nos hacía cuestionar qué era ser cristiano”. Un compromiso que cada uno canalizaría de distintas formas. 
“Lo mataron el 11 de mayo, pero el 5 de mayo había sido mi cumpleaños. El le dio plata a un hermano mío para que hiciera un asado en la villa”. Estima ella que había un aire de conflicto en el nivel político, y que era su cumpleaños, y había parientes de ella, pero que además él aprovechó para invitar a muchos amigos, como si necesitara estar cerca de todos ellos. Había una cama llena de carne para el asado. Ella trabajaba entonces en una peluquería. La gente empezó a llegar a una casa de un vecino que tenía más espacio, donde iban a compartir el asado. Lo estaban esperando cuando recibieron la noticia de que lo habían matado. Al rato estaba lleno de periodistas. 

Marcha por las calles 

Un sacerdote joven, Eduardo Drabble, invitó con entusiasmo a salir en marcha hacia el lugar donde se celebraría la Misa, al tiempo que decía que nada ni nadie podría alejarnos de Cristo. Invitó a caminar “para que todos vean como se festeja en la villa, lloviendo, con frío, el calor lo tenemos dentro”. 
La marcha se fue organizando, saliendo lentamente del ámbito del gran espacio abierto de la parroquia. Al salir, todos pasaron por un arco de globos con los colores amarillo y blanco de la Santa Sede. Tres religiosas de la congregación de Santa Martha, con largos hábitos blancos, toca y mangas largas, veían salir la marcha. Atienden una guardería para chicos en la villa de Barracas. 
“Lo bueno de hoy es que no hay banderas políticas. Pienso que es un acto religioso”, expresó Ricardo Busader, de origen árabe, perteneciente a la comunidad maronita, que trabaja en temas inmobiliarios. En realidad, había algunos carteles sueltos de agrupaciones políticas, pero no daban la tónica al acto. Este asistente, que en su época estuvo próximo a funcionarios del gobierno de Juan Domingo Perón, recordaba con agradecimiento que el padre Mugica le iba a llevar los sacramentos, en un departamento céntrico, a un hermano suyo, discapacitado. 
La marcha fue primero por calles más amplias, empedradas y con desagües en el centro, y luego se internó por calles de barro, en medio de la lluvia, con restos de basura en algunos lados, con algunos pequeños negocios, iglesias evangélicas,casas de varios pisos y una “carpa católica” donde daban comida preparada por chicos del Hogar de Cristo. Todo en medio de guirnaldas de colores atravesando las calles, dando un ambiente de fiesta. 

La misa, el altar cerca de la autopista Illia 

Finalmente, tras caminar un rato, lentamente, se llegó a un gran espacio abierto, donde la autopista Illia hace una curva, para aproximarse a la avenida del Libertador. Allí se había montado un escenario. Un gran crucifijo en el centro, una gran bandera argentina y una gran bandera vaticana a ambos costados, una foto del padre Mugica en un costado, un altar en el centro flanqueado por floreros, un coro al costado. Allí presidió la Misa el obispo Sucunza, concelebrando con los obispos Eguía Seguí, Lozano, Ojea y Giorgi, y numerosos sacerdotes. Entre ellos, el vicario para la pastoral en las villas, padre Gustavo Ferrara. 
Un camioncito llegó con la imagen de la Virgen de Caacupé, ornado por los colores paraguayos, por hilados típicos, bordados y banderas. Un momento antes de la misa, desde el estrado un vecino saludó la presencia de gente de distintos países: Paraguay, Bolivia, Perú, Colombia… y mencionó la Patria Grande latinoamericana. También se advertía la confluencia en el acto de personas provenientes de distintos sectores sociales: no estaba limitado a quienes viven en las villas. Algunos presentes se guarecían de la lluvia con paraguas. Otros simplemente la sobrellevaban. Había asistentes en los balcones de casas de tres o cuatro pisos. Este cronista se subió por una escalera externa de hierro hasta el primer piso de una de las muchas casas situadas exactamente bajo la autopista Illia. Desde allí se podía ver bien todo el panorama. Igual, aunque estaba a menos de cien metros del estrado, no se oía bien, en parte por el murmullo de la gente y en parte porque no sonaban muy fuerte los micrófonos. 

Morir por ellos 

El Evangelio fue leído por el padre José María “Pepe” Di Paola. Con cierta dificultad pudo escucharse desde debajo de la autopista a monseñor Sucunza, que dio la homilía. En un momento, se descolgó de lo alto de la autopista un cartel muy grande, con una imagen del padre Mugica y una referencia a la villa 21, de Barracas. En la homilía, el obispo se refirió, en el domingo del Buen Pastor, a los sacerdotes fallecidos, que no sólo dejan su recuerdo o su obra, cada uno con su estilo propio, sino que en el cielo siguen siendo pastores. Ubicó entre ellos al padre Mugica y destacó el sentido especial de la Misa. Dijo que Dios conoce lo que cada uno de nosotros necesita pero igualmente quiere que se lo pidamos. Y que presentemos en la Eucaristía nuestras alegrías y tristezas a Dios. 
Se rezó el Padre Nuestro. Una mamá y sus hijos con un cartel que decía Isla Maciel parecían muy concentrados en el rezo. Entre tanta gente, y sin que sonaran bien los micrófonos, no se oía fuerte el rezo. Había mucho rumor ambiente. Y algunos atrás del estrado o al costado, con trajes típicos o vestimentas y sombreros circenses, parecían estar esperando entrar en el espectáculo posterior más que estar atendiendo a la misa como hacía el grueso de quienes estaban en el centro de esa gran plaza. 
Al llegar el momento de la paz, todo el mundo se comunicó, dándose la mano o abrazos, saludo que se extendió como un reguero entre los asistentes. 
Luego varios sacerdotes bajaron y distribuyeron la comunión. Se formaron colas para comulgar. Al terminar, se dio la bendición y se rezó a la Virgen de Luján. También repitieron muchos con la estampa la oración del padre Mugica, que dice, entre otras cosas: “Señor, perdóname por haberme acostumbrado a chapotear en el barro; yo me puedo ir; ellos no”. Y termina: “Señor, sueño con morir por ellos: ayúdame a vivir para ellos. Señor, quiero estar con ellos en la hora de la luz. Ayúdame”. 

El presidente de River Plate 

Terminó la Misa, y más tarde habría un festival artístico, en el cual cantaría el “Chaqueño” Palavecino. En medio de la lluvia, algunos chicos, y no tan chicos, querían fotografiarse con el presidente de River Plate, Rodolfo D’Onofrio. Menos uno, que accedió a sacar fotos a otros pero no quiso sacarse con él, aclarando que era de Boca. Finalmente se abrazó a D’Onofrio y también se dejó fotografiar. El dirigente de fútbol comentó que cuando era joven iba con la Juventud Estudiantil Católica a la villa y colaboraba con el padre Mugica. La villa era más chica entonces. Dijo que le parecía extraordinario que el arzobispado de Buenos Aires reconociera a alguien que hizo tanto por la gente de las villas. Señaló que los clubes como River pueden hacer mucho por la formación e inclusión de los chicos, de los pobres, e informó que había organizado la copa Carlos Mugica, que se jugó allí y que el día anterior habían entregado la copa. 

Seminaristas de las villas 

Luego, Rafael, un muchacho de 27 años, nos acompañó a dos o tres periodistas y fotógrafos hasta la salida, bajo la lluvia. Originario de otra villa, la 21 de Barracas, lucía piercings en la nariz, en ambas orejas, se fue recuperando de la drogadicción, participa en actividades de la Iglesia y recuerda bien al hoy Papa Francisco, a quien veía con frecuencia y con quien conversaba con confianza en la villa. 
Fueron bastantes cuadras y había que conocer dónde doblar para ubicar bien por dónde salir. Unos veinte metros más adelante iba el concelebrante principal, el obispo Sucunza, caminando acompañado por un muchacho. Este chico, de 23 años, proviene de una villa de emergencia y está haciendo su segundo año de una preparación para el sacerdocio en la Casa Vocacional San Juan Bosco, que funciona junto a la parroquia Cristo Obrero. En la misma villa donde en distintos momentos actuaron diferentes sacerdotes -desde el padre Carlos Mugica hasta el padre Julio Triviño- se están formando ahora doce nuevos aspirantes al sacerdocio.+ (Jorge Rouillon) 

sábado, 10 de mayo de 2014

LA VOCACIÓN DE UNA MADRE - RED DE ORACIÓN

“Mis queridas hijas, tenéis en cierta manera,

la misma vocación que la Madre de Dios”(SJE. Lect. 26)

Desde el momento en que se anuncia la llegada de un hijo o hija, independiente de la edad de la futura madre y sobre todo cuando es primeriza, se experimentan sentimientos especiales entremezclados como un torbellino de dudas y emociones ya que esto implica un cambio de vida, de hábitos, de responsabilidades que influyen muchas veces en la forma de mirar el mundo, surgen interrogantes como: ¿seré capaz de ser un buena madre?, ¿cómo organizaré el cuidado del bebé?, ¿cómo puedo conjugar mi vida y la maternidad?, ¿quiénes me pueden apoyar en la crianza de mi hijo(a)?, en resumen, una serie de preguntas, inquietudes y expectativas que se enfrentan gradualmente.

Hoy en día muchas ideas liberales o situaciones de violencia han desvirtuado ese don de la maternidad influyendo fuertemente en decisiones importantes, olvidando que los hijos son un don precioso que Dios nos ha confiado, un regalo valioso que ha puesto en nuestras manos y en nuestro corazón al cual debemos cuidar y servir con amor y responsabilidad, un don que en lo más profundo, entraña un misterio que poco a poco, vamos a ir descubriendo, aunque nunca en su totalidad pues antes de ser nuestros hijos, son hijos de Dios.

Y VIO DIOS TODO LO QUE HABÍA HECHO, Y HE AQUÍ QUE ERA BUENO - RED DE ORACIÓN

“Acrecentar nuestra espiritualidad y una nueva conciencia de la identidad como Buen Pastor que nos da la fuerza para animar nuestra oración, comunidad, apostolados y el deseo de pastorear la creación de Dios.” Extracto de la Declaración del 29º Capítulo Congregacional de la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, Julio de 2009

Preparamos el oratorio con flores y plantas y nos sentamos en círculo alrededor de tres velas. Establecemos claramente quién dirá los diferentes textos. Para el inicio, escogemos un canto que exprese nuestra alegría por la creación de Dios.

jueves, 1 de mayo de 2014

MENSAJE DE PASCUA

MENSAJE DE PASCUA: ¡Cristo ha resucitado!

"¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive? No está aquí; ¡ha resucitado!” (Lucas 24, 5-6).





La situación actual en nuestro mundo es particularmente compleja; las noticias diarias y a veces nuestras experiencias son de muerte y de miseria: violación de los derechos humanos, conflicto armado interno, el desplazamiento forzado de las personas, la pobreza, la trata de seres humanos y la destrucción de la naturaleza... y todo esto es un incremento del dolor y el sufrimiento de la humanidad y del cosmos.






¿Qué significa la resurrección de Jesús en estos contextos?

¿Cómo puedo anunciar que la muerte no tiene la última palabra?

¿Cómo puedo vivir en este mundo de sufrimiento la resurrección?

¿Soy un testigo de la esperanza?

¿Qué signos veo de un mundo en vía de sanación?


Es el desafío cristiano de ser testigos creíbles de la resurrección. Tenemos la responsabilidad de hacer reinar la vida donde la muerte sigue estando presente, pasar de la exclusión a la inclusión, de la indiferencia a la solidaridad, del odio al amor. Creer en la resurrección significa apasionarnos por la vida, con la determinación de construir una nueva comunión global con nuestros hermanos y hermanas.





Al celebrar la Pascua, proclamemos:

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos” (1 Pedro 1,3)

ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA !!!

Equipo de la Oficina Internacional Justicia y Paz del Buen Pastor: Winifred, Clare, Hedwig, Margaret, Marie Helene, Yolanda y Designados Regionales: Georgette, Marta Iris, Ferew


MIRA EL INFORME SOBRE NARCOTRÁFICO DE LANATA

Estimadxs: 

El primer programa de Jorge Lanata, trató el tema del narcotráfico en Rosario. 
Creo que es importante enterarse lo que está ocurriendo y tomar la decisión de sumarte a la RED ANTI MAFIA ARGENTINA. Sólo los ciudadanos unidos podemos torcer la tendencia en nuestro país a transformarnos en un país totalmente cooptado por el crimen organizado: que negocia con drogas, con seres humanos, con armas. Si no hacemos algo ahora, el destino de nuestros hijos será ser parte de una banda de crimen organizado, ser esclavos y esclavas de los mafiosos o someterse sin ninguna posibilidad de hacer algo al respecto, que es también una forma de ser esclavo. 
Aquí abajo, pego el link al informe del programa Periodismo para Todos. 

Fuente: Esclavitud Cero