viernes, 2 de noviembre de 2012

Destapan red de tráfico de niñas por Facebook

AP DEPOK, Indonesia.- Cuando una niña de 14 años recibió una petición de amistad en Facebook por parte de un hombre mayor que ella no conocía, la aceptó por curiosidad.
Es un clic que por siempre lamentará, pues dio paso a una brutal historia de depredación sexual. Y este sórdido ejemplo no es único, a medida que los criminales encuentran nuevas formas de explotar la creciente obsesión de los indonesios con los medios sociales.
La estudiante de intermedia rápidamente se encantó con el hombre, versado en la adulación en línea. Intercambiaron números de teléfono y su atención aumentó con un alto volumen de mensajes de texto.
La convenció para que se encontraran en un centro comercial y ella lo halló igual de encantador en persona.
Acordaron encontrarse de nuevo. Luego de decirle a su mamá que de camino al ensayo del coro de la iglesia iba a visitar a una amiga enferma, se m0ontó en la minivan del hombre cerca de su casa en Depok, a las afueras de Yakarta. El hombre, de 24 años, que se hacía llamar Yogi, la condujo hasta el pueblo de Bogor, a una hora de distancia, según dijo la menor a The Associated Press en una entrevista.
Allí la encerró en una pequeña habitación con al menos otras cinco chicas de 14 a 17 años. La muchacha, virgen hasta ese momento, fue drogada y violada en repetidas ocasiones.
Luego de una semana de tortura, su raptor le dijo que había sido vendida y sería transportada a la isla lejana de Batam, conocida por sus burdeles de mala muerte y el sórdido turismo sexual que se dirige a hombres que buscan sexo ilegal con menores.
Ella lloró con desconsuelo y le suplicó a su captor que la dejara volver a su casa. Pero él la golpeó y le dio un ultimátum: Te callas o te mueres.
Apenas este año, se cree que 27 de los 129 menores reportados como desaparecidos ante la Comisión Nacional de Protección Infantil de Indonesia fueron raptados luego de conocer a sus victimarios por Facebook, según el director Arist Merdeka Sirait.
Por lo menos una fue hallada muerta en un terminal de autobuses el 30 de septiembre. Desde entonces ha habido siete informes de jovencitas raptas por sujeos que conocieron por Facebook. Policías y grupos contra el tráfico humano dicen que es un esquema enorme en el archipiélago del sudeste asiático.
"Estamos en la carrera contra el tiempo, y la obsesión con Facebook es una tendencia entre los adolescentes aquí", dijo Sirait. "La Policía debe moverse más rápido o muchas más niñas se convertirán en víctimas".
Los 27 secuestros ligados a Facebook que la comisión ha reportado este año en Indonesia ya superan por mucho los 18 casos similares recibidos en todo 2011.
En total, el Comité Nacional contra el Tráfico Humano fija en 435 los casos documentados de niños que cayeron víctimas de este cruel crimen. Pero muchos activistas dan por sentado que el número real es mucho más alto.
A menudo las desapariciones de menores no se reportan. El estigma y la vergüenza ligados al abuso sexual en el país con mayor población musulmana juegan un papel central, junto con la extendida creencia de que la policía no hará nada.
Informes internacionales estiman que cada año 40,000 a 70,000 menores caen en las redes de tráfico humano, pornografía o prostitución en Indonesia, con una población mayormente pobre de 240 millones.
Facebook asegura que sus investigadores revisan contenido constantemente y colaboran con las autoridades locales y la Interpol para combatir actividades ilegales.
"Tomamos muy en serio el tráfico humano y, aunque esta conducta no es común en Facebook, hay medidas para contrarrestar esta actividad", dijo por email el portavoz Andrew Noyes.
Declinó ofrecer detalles de cómo la red social participa o no en la investigación de casos de tráfico humano en Indonesia.
La niña de este reportaje aún no puede creer que su "amigo" la haya atacado, violado y drogado.
Ella se salvó porque su victimario no tenía dinero para comprar el pasaje a Batam y porque se enteró que los padres y las autoridades la estaban buscando sin descanso. La dejó en una estación de autobuses, donde ella procuró ayuda.
Pero su victimización no ha concluido. Fue expulsada – aunque luego restituida – de su escuela porque al ser víctima de violación "dañaba" la imagen de la institución. Incluso el ministro de Educación puso en duda que las niñas que desaparecen sean víctimas. "Lo hacen por diversión y luego la niña alega que fue violación", indicó en unas declaraciones que recibieron fuertes críticas fuera de Indonesia, pero reflejan el pensar de esta conservadora sociedad.