“De 15 a 20 años es la pena de los que cometan este delito, pero hay agravantes por ejemplo si servidores públicos se prestan para este delito, en este punto entran los policías y militares, por que ellos están en las trancas y en las fronteras”.
“Se han visto casos sonde ellos (niños) son utilizados por sus propios familiares, esto posee agravante (…)” como la prostitución, la drogadicción y en caso de muerte de las personas a las que se priven de libertad.
La nueva ley pretende evitar la desaparición de personas en el territorio.
La iglesia considera que ante este tema no se deben trabajar solo en leyes, sino también, de manera integral en la constitución de la sociedad y la familia. El ex vicario de la iglesia chuquisaqueña, Percy Galván pide fortalecer el vínculo de la familia donde “se de el lugar que le corresponde al padre y a la madre, que no se relativicen los valores, (…)”. Asimismo, se expresó el apoyo y la plena solidaridad con las familias que sufren por perder una persona y vivir con la incertidumbre de no saber donde está.
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