Tres de
cada 10 argentinos de entre 18 y 59 años sufrieron algún tipo de delito en el
último año, mientras la "sensación de inseguridad" afecta por igual a
8 de cada 10 personas, según el informe sobre Seguridad Ciudadana elaborado por
el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA).
El estudio integra el Barómetro de la Deuda Social Argentina 2012, que será
presentado oficialmente el jueves 19 de julio, a las 18.30, en el auditorio San
Agustín (Alicia Moreau de Justo 1300, subsuelo, Puerto Madero).
El informe tiene como objetivo, se explica, evaluar el problema del delito
desde el total de hechos registrados por el encuestado o algún miembro de su
familia en los últimos doce meses, así como "desde la percepción o
sentimiento de inseguridad".
El indicador de inseguridad efectiva tuvo un comportamiento ascendente durante
el período de estudio (2007-2011), pasando de 24,6 por ciento en 2007 a 28,4
por ciento en 2010, para colocarse en 2011 en niveles cercanos al 30 por ciento
(29,3 por ciento).
Tras señalar que "el problema de la inseguridad se agrava a pesar de las
mejoras económicas vivenciadas en los últimos años", el análisis reporta
que las víctimas son hombres y mujeres por igual, aunque la mayoría tiene de 18
a 59 años.
"Se observa que la población de 18 a 59 años es la que se encuentra en
mayor condición de riesgo frente al delito que los adultos mayores de 60
años", se aseguró.
En ese sentido, los jóvenes y encuestados de edades medias registran un 30 por
ciento de respuestas positivas en torno a hechos de inseguridad, mientras que
los adultos de más de 60 años lo hicieron en un 24,3 por ciento.
"No obstante, es importante destacar que los niveles de inseguridad se
mantuvieron casi sin cambios durante el último bienio, entre los dos primeros
grupos de edad, aumentando 3,5 puntos porcentuales entre los mayores de 60
años".
El informe agrega que "a pesar de que los sectores más carenciados son
quienes se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad real" frente a
la delincuencia, son los de "escala socioeconómica más alta" los que
"continúan registrando una mayor tasa de delito".
Al respecto, se señaló que "un 34,8 por ciento de la población del estrato
medio alto, un 33,3 por ciento de los que terminaron el secundario y un 32,5
por ciento de los habitantes de zonas con trazado urbano de NSE medio dijeron
haber sufrido un hecho delictivo en el último año, contra un 21 por ciento del
muy bajo y 24,6 por ciento de los no alcanzaron el secundario y 20,1 por ciento
de los que viven en villas".
Asimismo, se reportó que creció la "sensación de inseguridad o miedo al
delito", al señalar que esa medición "tuvo un comportamiento
ascendente durante todo el período de estudio", sin diferencias entre el
estado socioeconómico o la zona residencial.
Un agravante más al problema de la inseguridad es la droga, ya que "casi
cuatro de cada diez hogares entrevistados (36 por ciento) dijeron que en la
zona donde viven existen problemas relacionados con la venta o el tráfico"
de estupefacientes.
Este problema "aumenta a media en que se desciende en la escala
socioeconómica y en los hogares de villas o asentamientos precarios (47,9 y
62,2 por ciento respectivamente) en comparación con el estrato medio alto (21,5
por ciento) y en los hogares de zonas con trazado urbano (21,8 por ciento).
El informe convoca a "impulsar políticas destinadas a combatir la
inseguridad reconociendo su doble naturaleza y considerando a la venta o
tráfico de drogas como un aspecto que influye de manera evidente agravando el
problema de la inseguridad".
Informes: www.uca.edu.ar/observatorio .+
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